Sin romper la intuición
que deambulaba latente
amordazada por la insurgencia
y callar ante la turbiedad
que se desdice en el silencio.
Todas las suposiciones disertan
propagándose en la clarividencia
impugnando vehemencias
de presentimientos sumergidos
que guarecían evaporando su grito.
Perfora por la memoria
y se mostrará la razón enmudecida
que fue desposeída a la fuerza
y de sus escombros resurgirá
resentida y apremiante.
Y tras el paréntesis de la cadencia
arremeterá el dolor y la furia
convertidos en persecución
del asedio y las falsas apariencias
y en su huida desistirá la obstinación.
A la desembocadura del destino
rompió la oscuridad en su trazo
asomando la luz de sus incógnitas
y al extinguirse la penumbra
engendró un nuevo amanecer.
Entre fragmentos de esperanzas
destelló la catarsis en ecuación
tras su rotación con la armonía
y al llegar la convergencia
fecundó la ilusión con fuerza.